Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2012

Señor S...

Imagen
Querido señor S:  Desde la Q y hasta el último punto escrito me traiciono … prometí no volverle a escribir aunque mi vida dependiera de una sola de mis letras … Y he fallado. Ya son varios los años y mis manos han comenzado a envejecer perdiendo su firmeza, ahora tiemblan como si el viento las soplara sin descanso. Pero no es precisamente de mi mala salud por que le escribo, aunque pensándolo, tampoco tengo muy claro el motivo, solo siento que mi corazón empieza a recordar y entre sobresaltos sonríe. Su ritmo ha variado con el tiempo, pero si lo pudiera sentir ahora, parece haber rejuvenecido en el instante mismo en que mi memoria soplo sobre el polvo de sus recuerdos. … mi vida tristemente se quedó allí, detenida en un tiempo sin tiempo … ¿ Amor?... No cree que sus ojos me sirvan de testigos en este instante, casi incorruptible a pesar de la distancia y de su silencio sepulcral que me ha dedicado desde tiempos inmemoriales … ¿ Qué será de usted y de sus sueños? ¿ Y con quien

Que mi nombre, no lo borre la historia

En estas últimas horas, lo único que me queda es la convicción y mi asombro por este valor que tan esquivo fue toda mi vida y al cual me aferro decesperadamente … estoy temblando, mi cuerpo es quien me abandona ahora, pero no mi espíritu … porque es en este instante cuanto más los estoy echando de menos … Tengo la certeza que mis ojos no volverán a ver el sol, pero no me importa … Prefiero esto, antes que vivir así … no permitan que callen mi voz o que me mi nombre se pierda en el tiempo como uno más, que esta agonía en la que me estoy consumiendo de a poco no sea en vano … En ustedes deposito este legado que lleve con honor todo este tiempo y por el que ahora me mantengo firme … terminare aquí, tal vez, seguramente... mas me reconforta saber que un día por lo que ahora muero sera una realidad, lamento no poder disfrutarlo, pero me alegra saber que ustedes lo harán por mi … no me olviden, nunca me olviden... sepan que los quiero con todo este  corazón  que late sin descaso, mi fel