E vuelto a revisar tus letras en estos días grises, en donde el sol me quema por encima y nada más…

Te escribo rebuscándote en lo que has dejado y desgasto como a un jabón tus te quieros…  te extraño… y el problema está en mis(tus) palabras, porque solo quien llena sus(mis) espacios las entiende… aquí no estoy para hacer perder el tiempo, así que pienso más en ti, que en mí, cuando hablo… No puedo ir por allí descubriéndome con cualquiera, porque tiendo a malgastarme contigo, a causa de la culpa y esas cosas, que supongo, conoces muy bien… hoy te escribo, porque hace tiempo que ya no lo hago ¿por qué ya no me siento? Porque no me hayo.... estamos para vencernos, pero ante ti, prefiero pedir clemencia, antes que morir en tus manos… aunque pensándolo mejor, tal vez un día me deje, uno nunca sabe con(por) quién terminará dando su último aliento… eres la razón de mis estupideces y el consuelo de mi futuro, pretendo vivir hasta conocerte, luego no pienso vivir tanto. Lo nuestro será debut y despedida, de esas historias tristes, que uno quiere no recordar, a causa de las malas energías y vibraciones del ambiente. Hay cosas que no se deben vivir, más de un momento y solo dos veces, la primera y la única.

Hoy lanzo un pedazo más de mí, para encontrarte… Para ti, lo que guardo, esperando que no se derrame.